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  • Columnista, Natalia Ruiz Machado​​​

CON LA VIVIENDA SOCIAL SE PUEDE CAMBIAR EL MUNDO


Arq. Natalia Ruiz Machado

Natalia Ruiz Machado.

Arquitecta de la Universidad Nacional de Colombia.

Proyectista de vivienda social y urbanismo sostenible.

Integrante del grupo Unal Team 4to puesto en el concurso Solar Decathlon 2015.

Urrao - Antioquia

​​Voy a empezar contextualizando el tema con una breve comparación, y aunque las comparaciones son odiosas, y más en este caso que estoy comparando moras con sandias, (analógicamente hablando) la vivienda social europea, que es la que personalmente me causa más curiosidad, tiene unos estándares de calidad espacial y social bastante altos en comparación con la vivienda social latinoamericana, en específico, la de Colombia. En Europa, el promedio de metros cuadrados mínimos legales para este tipo de proyectos es de 60m2 aproximadamente (el área depende de cada país) y desde la concepción del proyecto se tienen unos usuarios objetivo, que repercuten directamente en la forma y el tamaño del espacio, tanto interior como exterior, mientras que en Colombia, el área mínima es de 35m2, meta de reducción de espacios, que algunas promotoras inmobiliarias alcanzan sin pudor, y donde el espacio es el mismo para todos los usuarios, sean familias nucleares de 2 padres y 2 o 3 hijos, o familias compuestas por padre, madre, madre del padre, una hija, un hijo, la novia del hijo, el hermano de la madre; sumando así 7 personas, en un espacio de 3 habitaciones, sala-comedor, cocina y un baño.

Relacion Espacio/habitantes

Figura 1. Comparación de área mínima promedio de vivienda social entre Europa y Colombia.

La experimentación espacial en la vivienda social en Colombia se ha vuelto pobre, muy muy muy pobre!, Al punto de que yo, que soy una estudiante a punto de graduarme de arquitectura, ya sé de memoria el esquema espacial de todas las viviendas sociales de nuestro país.

En la precariedad de los espacios habitacionales de los proyectos de vivienda influyen varios factores como la escases de suelos urbanizables, el desconocimiento del entorno y las formas de vida de los usuarios, la cultura constructiva de las personas y lo que a mí me parece más importante: el uso de intermediarios en los proyectos de vivienda, que sin duda encarecen el costo de estas, dejando un buen porcentaje de dineros en los bolsillos de algunos deshonestos.

Luis Fernando González, uno de mis profesores en la universidad Nacional, dijo para el periódico el tiempo en un artículo titulado “SE PUEDE VIVIR EN 35 METROS CUADRADOS”, que, “... le parece preocupante que hace 30 años el área promedio de este tipo de viviendas era de 65 metros cuadrados y hoy se llegue a 35 metros, cuando diferentes estudios indican que por persona se deben construir 10 metros cuadrados y que estas condiciones generan violencia intrafamiliar y con los vecinos”.

Lo anteriormente mencionado, aplica para ciudades grandes, pero ¿qué hay de las pequeñas?, bueno, ahora localicémonos en Urrao, nuestro entorno objetivo, el municipio donde nací y me crié, y que por cuestiones académicas, de un tiempo para acá, empecé a ver con otros ojos, de ahí el nombre de este artículo, pues que mejor manera de cambiar el mundo en cuanto a la vivienda de interés social, que cambiando la vida de pequeñas comunidades.

Localizacion Municipio de Urrao

Figura 2. Ubicación geográfica del municipio de Urrao.

Urrao cuenta con una topografía de valle, muy similar a la de Medellín, el lugar donde he proyectado vivienda y espacios públicos durante 6 años de mi carrera; con la diferencia de que afortunadamente las laderas del valle del Penderisco tienen una inclinación bastante grande que impide que se pueda construir, haciendo que la ciudad tenga un carácter de crecimiento lineal, en palabras concretas, la parte urbana del municipio solo puede crecer para el norte o para el sur, una condición bastante desfavorable para el componente de sostenibilidad, pues las ciudades compactas (termino bastante arquitectónico y pretencioso) o sea, las que crecen hacia adentro, o crecen hacia todas las direcciones por igual, son ambientalmente más sostenibles, pues no tienen que gastar recursos en redes, movilidad, infraestructura barrial extra etc. Para dar un ejemplo de esto, quiero que imaginen a Urrao Creciendo hasta la vereda la San José, habría que disponer de más buses contaminantes para los recorridos hacia el centro del municipio, o aumentaría el volumen de vehículos particulares, porque realmente no creo que muchos adopten la cultura de la bicicleta, aunque sería lo mejor. Así que, como opción de crecimiento, a mi parecer esta “el adentro” y con esto me refiero a varios lotes baldíos que tiene el municipio en su interior, o las áreas periféricas con infraestructura que ya existen como Jaiperá, un barrio que a mi parecer, es transitorio entre lo urbano y lo rural.

Crecimiento erroneo Municipio de Urrao

Figura 3. Crecimiento lineal del municipio de Urrao, Fuente: www.urrao.org

Habiendo hablado del lugar, hablare del usuario, ¿para quien va dirigida la vivienda social en Urrao?, Para los maestros?, ¿para la clase media-alta que en este caso serían estratos 3 y 4? ¿O para las personas de escasos recursos de estratos 1 y 2 que necesitan vivienda social?, creo que la respuesta es obvia, y quienes conforman estas familias no siempre son papa, mama he hijos, sino que son familias atípicas de muchas más personas, a las que hay que suplirle muchas más necesidades que 3 habitaciones y un baño. De que subsisten esas familias? Cuál es su cotidianidad? Estas preguntas, deben ser tenidas en cuenta, y realmente no tiene que ser un estudio minucioso, es algo que se aborda con simples preguntas. En este caso, los espacios interiores juegan un papel muy importante, y para esto también quiero dar varias estrategias:

1. La vivienda progresiva: es la vivienda que crece cuando la familia crece. Es muy ingenuo pensar que las familias son estáticas, así que una casa tampoco debe ser estática, y debe estar proyectada para que a futuro, ella misma pueda suplir los déficit de espacio. Un ejemplo de esto, el Proyecto Villa Verde de Aravena en Chile. (Ver proyecto)

Galería 1. Proyecto de Vivienda Social Villa Verde. Fuente: Suyin Chia, Cristian Martinez, Cortesía de ELEMENTAL, 2010.

2. La vivienda productiva: es la vivienda que atiende las necesidades económicas de sus habitantes, haciendo la inserción de uno o varios espacios con vocación comercial, para el caso de Urrao, dos de las muchas opciones que pueden haber son un espacio en la vivienda donde funcione un comercio, ya sea una tienda de barrio, una peluquería, un almacén, una papelería etc. O un espacio abierto donde se puedan desarrollar actividades agrícolas de menor escala, o sea, un solar. En ambos casos, dicho espacio puede mutar, y convertirse en esa parte de crecimiento de la vivienda. Un “anti-ejemplo” de esta es el proyecto Mirador de Calasanz, donde los habitantes usan la sala o el comedor, para poner su tienda, su almacén, e incluso, criar animales como por ejemplo gallinas. Caso estudiado por la Universidad Nacional, sede Medellín (Ver estudio completo).

Galería 2. Proyecto de Vivienda Social Mirador de Calasanz. Fuente: Elvia M. Mena Romaña, 2010.

3. la vivienda comunitaria: es una vivienda que no es aislada, que crea comunidad a través de la composición entre el espacio interior y exterior, promoviendo la interacción solidaria de los habitantes, y que atiende a la diversidad social, un factor que no necesariamente se resuelve con metros cuadrados, si no con calidades espaciales y con concientización de las personas.

Y como último factor para tocar en este artículo, está el costo de la vivienda, que como bien ya lo dije anteriormente, se hace por medio de intermediarios que van acortando los recursos para la construcción y aumentando los costos para los usuarios. La autoconstrucción de las viviendas, suena muy utópico, pero no lo es, el costo de la mano de obra en la construcción es aproximadamente un 30% del costo de esta y en muchos casos, la actividad económica de los usuarios de vivienda social es la construcción, ya sea como albañil, carpintero, maestro de obra, obrero raso; así que es una labor poco complicada y socialmente viable, que bajo la correcta supervisión, los mismos usuarios tengan la oportunidad de levantar sus propias casas bajo un modelo de participación comunitaria.

Autoconstrucción Social

Figura 3. La Ciudad Viva. Jornadas Solidarias Coronilla y Pena y Barrio Zitarrosa, mayo 2007. Fuente: Benjamín Nahoum.

Como conclusión, no solo en Urrao si no en Colombia, las personas trabajan prácticamente toda su vida para tener su casa propia, la herencia que le dejan a sus hijos, su patrimonio familiar, los ahorros de toda su vida son una casa, y nosotros como arquitectos y administradores locales, tenemos el compromiso de propiciar el mejor hábitat posible para esas personas, dándoles una vivienda de calidad, ambientalmente sostenible, socialmente equitativo y económicamente viable.

(…) La innovación es una especie de lujo al que se accede después de haber resuelto problemas básicos. Cuando no tienes la capacidad de contestar preguntas nuevas, entonces está obligado a innovar. Pero no es ciencia aeroespacial, es sentido común, es saber operar con restricciones. (…)

Alejandro Aravena

Extracto articulo “ El Desafio De Vivir En La Ciudad”

(revista Vivienda y Decoracion, Pag.26 Edicion 914)

11 de enero de 2014

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